viernes, 9 de septiembre de 2011

Improvisa, vivir es demasiado complicado.

Y aun me sigo levantando cada día con esa pequeña esperanza de volverte a ver a mi lado, esa tonta sonrisa de volver a imaginar todos esos días, esas tardes, esas miradas tontas, con esa pequeña ilusión de volver a tenerte, que es pequeña, pero a la misma vez muy grande, demasiado grande diría yo, y que a la misma vez me hizo muy fuerte. También sigo llorando cada noche, sigo sin poder dormir y levantándome con cara de loca, porque desde que te fuiste nada es igual, me falta algo en mi, que no creo recuperar, que cuando estabas no me faltaba. He intentado pensar en esa posibilidad de olvidarte, de sacarte de mi vida y ser feliz, de ser esa chica de siempre que siempre salia de casa con una gran sonrisa en su cara, también he intentado admitir mis errores y pedir perdón, pero como bien orgullosa y negativa soy no he conseguido ninguna de las dos. Porque para mi eso de: Luchar por tus sueños, ahora ya no tiene sentido, porque al fin y al cabo siempre los acabamos perdiendo. ¿De que sirve conseguir ese sueño? ¿Luchar? Si vamos a acabar perdiéndolo. Sí, lose, esa satisfacción de gloria pero lo acabaremos perdiendo, y para pasarlo mal, para eso es mejor no conseguirlo. Que aun sigo soltando esa sonrisa tonta cada vez que te veo, cada vez que nuestros ojos se juntan con esa felicidad de siempre. Hoy mando a la mierda aquello de levantarme cada vez que caiga, aquello de si tropiezo hacer lo inevitable para no volver a caer. Que lo admito, todavía no he logrado averiguar esa sensación que sentía cada vez que estaba a tu lado, ¿Sabes cual es ese momento en el que el cielo parece mas azul que nunca? Y sientes que vas saltando de nube en nube, que puedes volar o flotar sobre cualquier océano y nada podría hacerte parar. Es como unos de esos días en los que te levantas bailando por toda la casa. Te encuentras sobre la montaña mas alta de todas, y ni siquiera recuerdas que se sentía al estar en el fondo. Arriba de la ciudad, arriba de el humo,las luces, arriba de la gente. Ya no te duele el dolor. Ya no te ahoga ese humo, ni te ciegan esas luces, ni te hace daño la gente. Pues ese momento es así. Y estás ahí bajo un cielo cubierto de estrellas gritándole al mundo que podrías explotar de tan lleno que te sientes. Y hasta las luces te parecen mas brillantes. Respiras y por una vez no hay nada que te lo impida. Y en ese mismo momento tienes la certeza de que no volverás a sentirte tan feliz como lo eres ahora nunca mas, pues eso es poco. Y que se que por querer demasiado y preocuparme como algo natural y que me define me voy a llevar todos los palos, pero con ellos me haré una cabaña. Pero esta es mi vida, puede que no sea perfecta, que tenga mil cosas por la que llorar cada noche, pero tengo mil y una mas por la que sonreír.

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